¿Cómo quitar el dolor de muelas?
El dolor de muelas y en general el dolor dental se produce por una inflamación de la raíz nerviosa del diente por agentes térmicos, mecánicos o químicos, esta información es procesada por el cerebro como un estímulo doloroso muy intenso que aparece de forma brusca y va aumentando
La causa de este dolor se puede deber a muchas circunstancias. Lo más habitual es que se produzca una pulpitis, es decir, una inflamación de la cavidad pulpar del diente, donde se hayan los vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas.
Causas más habituales de dolor de muelas son:
- Caries dental
- Fractura o fisura dental
- Exposición de las raíces dentales
- Gingivitis
- Absceso dental
- Lesiones en la mucosa oral
- Patología mandibular
- Patología ótica
- Sinusitis
¿Por qué se produce el dolor dental?
El dolor de muelas puede estar provocado por varios motivos, el más común y principal es la caries dental. También podemos destacar las lesiones de la mucosa oral como las aftas, movilidad e infección dentaria por causas periodontales, traumatismos etc.…
Se habla mucho del dolor de muelas, ¿Por qué duelen más las muelas que el resto de los dientes?
“El dolor de muelas” es una expresión coloquial. En realidad, cualquier diente (incisivo, canino, premolar o molar), puede doler con la misma intensidad. Las caries en la zona posterior de la boca son más comunes debido a que el acceso para la higiene bucal es más complicado, pero cualquier caries en cualquier diente puede doler de la misma forma.
También hemos oído hablar mucho de flemones, ¿qué son y por qué se producen?
El diente tiene varias partes; el esmalte y la dentina que corresponde a los tejidos de la corona y el cemento que corresponde a la raíz.
En el interior del diente hay una cavidad donde se encuentra ubicada la pulpa, a lo que también llamamos “nervio”. Esa pulpa está compuesta por vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas que aportan sensibilidad al diente.
Cuando la caries es grande y consigue llegar a la pulpa los vasos sanguíneos y las terminaciones nerviosas quedan expuestas. Las bacterias de la caries necrosan esos tejidos. Esa necrosis hace que haya una infección que se manifiesta con una inflamación de la encía a lo que se le llama coloquialmente “flemón”.
¿Qué debemos hacer cuando nos duele una muela o tenemos un flemón?
Cuando esto ocurre se debe acudir al dentista. El dolor requiere, a parte del tratamiento antibiótico en caso de que haya infección, el tratamiento del diente en sí, ya que el antibiótico no cura la infección totalmente, la causa directa de la infección es el diente y hasta que no se trate permanecerán las bacterias. Habría que realizar una endodoncia para retirar la pulpa inflamada y/o infectada que provocan el dolor y posterior restauración. Un tratamiento tardío del diente conllevará la extracción de este.
Puedes acudir a nuestra clínica dental en Granada de la Doctora María López-Gollonet para estudiar tu caso y ofrecerte el tratamiento de endodoncia que necesites.
Las endodoncias se realizan en piezas dentales con caries profundas, que propician la inflamación o la necrosis (muerte) de la pulpa dental.
Otros motivos para la aparición de pulpitis o inflamación de la pulpa son algunos traumatismos, la abrasión, la erosión y el desgaste de los dientes por el roce entre ellos (por ejemplo, debido al bruxismo) o la forma en que se realizan algunos tratamientos restauradores y los materiales que se utilizan en los mismos.
La pulpa dental es la parte más interior del diente, y donde se encuentran los nervios y los vasos sanguíneos. La inflamación de la pulpa suele manifestarse con dolor, que puede ser de distintos grados y darse en distintas ocasiones: frente al calor o frente al frío, en determinadas posturas, al comer o beber, etc. El tipo de dolor que sentimos es el que indicará al odontólogo si la endodoncia puede ser una solución a nuestro problema.
¿En qué consiste una endodoncia?
La endodoncia es, como hemos dicho, la extirpación total de la pulpa o nervio del diente. Se trata de un procedimiento de limpieza del sistema de conductos radiculares en el que se eliminan bacterias y tejido necrótico para dejar el conducto lo más aséptico posible. Se realiza en diferentes fases:
- Diagnóstico por parte del profesional sanitario: durante la parte del diagnóstico se realiza una anamnesis o preguntas guiadas por el profesional, durante las cuales el paciente informa de cómo es el dolor qué siente, dónde se localiza, con qué intensidad lo nota, si puede calmarse aplicando frío… Todo encaminado a hacer un buen diagnóstico y a aplicar el tratamiento correcto. Además, se realizan radiografías para verificar el estado del diente y para ver cómo es su anatomía (longitud de las raíces, estado de estas…)
- Anestesia: la anestesia que se utiliza en este tipo de intervención es local, afectando solo al diente a tratar y a la zona de alrededor. Es importante que en el momento de la anestesia no exista ninguna infección o inflamación en la pieza para que ésta actúe de forma correcta. De existir infección, la intervención deberá posponerse y se recetará al paciente la toma de antibióticos y antiinflamatorios, en caso necesario.
- Apertura y aislamiento de la pieza: se realiza un agujero en la corona del diente mediante el cual se accede a la pulpa para su extracción y se aísla el diente de todo el organismo.
- Conductometría e instrumentación: es el procedimiento de limpieza de los conductos para dejarlos asépticos o limpios.
- Obturación: es la fase de sellado del diente, a través del cual se cierran los conductos que se han limpiado, dejando la pieza plenamente insensibilizada.
- Control: una posterior radiografía y observación por parte del dentista para verificar la efectividad de la intervención. Generalmente se realiza un seguimiento durante unas semanas o meses.
Preguntas frecuentes sobre la endodoncia
Una de las preguntas más frecuentes cuando nos vamos a someter a una endodoncia es si va a resultar doloroso.
Se trata de una intervención que se realiza con anestesia, por lo que el dolor no debería aparecer; en cualquier caso, esto dependerá también de la tolerancia al dolor de cada paciente y del estado de nervios o tranquilidad en el que se encuentre antes de someterse a la endodoncia. Más que dolorosa, suele ser una intervención incómoda.
La endodoncia suele ser un tratamiento definitivo, aunque en ocasiones es necesario re-endodonciar alguna pieza. A veces el tratamiento de endodoncia no funciona como era esperado, generalmente debido a la imposibilidad de eliminar todas las bacterias presentes en los conductos a la re-introducción de estas a través de microfiltraciones coronales. En estos casos, y tras la valoración del profesional sanitario, se procede a realizar una segunda limpieza de los conductos con el fin de conservar la pieza y la dentición natural del paciente.
Para cualquier problema que afecte tu salud dental, te recomendamos acudir a tu dentista habitual. Si buscas un dentista en Granada, en la clínica de la Doctora María López-Gollonet contamos con años de experiencia y donde estaremos encantados de atenderte.
